anime and more: junio 2013

Prefacio

Despierto en una gran sala, lo único que recuerdo es que me sedaron, y después, ese tremendo dolor. Como molesta la luz de la habitación, tan blanca y perfecta, me hace daño en los ojos.

Tengo sueño, creo que están volviendo a sedarme, sí eso es cierto, en unos minutos estaré… dormida…

Vuelvo a despertarme, la diferencia es que noto que alguien me está llevando a algún lugar desconocido, no recuerdo mi nombre, creo que empieza por l… no, por m… no, por p, ¡Pandora!

Eso es, es lo último que escuche antes de quedarme dormida.

Vuelvo la cabeza hacia mi izquierda, la persona que me sostiene… no sé quién es, sé que lo he visto antes, pero no estoy segura de donde. Me mira, le devuelvo la mirada, y entonces me deja en el suelo, consigo levantarme a duras penas, el me coge la mano y comenzamos a correr, no se a donde me lleva, pero siento que puedo confiar en él, no, DEBO confiar en él.

Llegamos a una puerta, que no tiene nada para abrirla, a su lado hay una pantalla, espera, no es una pantalla, ¡es un escáner! Él lo pasa sin problemas.

Empiezo a recordar lo que me paso, no tengo familia, mi padre está muerto, y mi madre se fue de casa cuando mi padre comenzó a trabajar en el proyecto, <<la caja de Pandora>>.

Sí, ya lo recuerdo todo, mi nombre no es Pandora, soy el sujeto 1, María, cuando mi padre murió, espera, no murió, lo mataron, me utilizaron para probar el último experimento en el que había trabajado, y este que llevó a mi lado, es el número 2, James Ocalou, el hijo de… no lo recuerdo. Ambos somos parte del proyecto de mi padre, junto con muchas otras personas, no recuerdo cual es el objetivo del proyecto, pero eso no importa mucho, ni siquiera recuerdo como soy.

Miro a James, ahora que tengo la cabeza un tanto despejado veo que no está tan mal, es bastante guapo, tiene el pelo un ¿tanto azul? y es musculoso, lleva un gorro marrón y una sudadera verde, vaqueros y deportivas, yo también las llevo, son amarillas.

No sé a dónde me lleva, no corremos, vamos caminando a paso rápido, por un bosque lleno de grandes árboles, creo que son pinos, ¡sí, son pinos! Veo una piña en el suelo, la recojo rápidamente y la huelo, es un olor delicioso, a hierba y a naturaleza. Me fijo un poco más en los árboles, veo una ardilla, parece que busca alimento, es preciosa, libre, sin normas que la aten a ningún sitio, que suerte tienen los animales… a veces me gustaría ser como ellos, poder irme a cualquier sitio… sin nadie que me impida nada.

Paramos junto a un pequeño riachuelo, me quito las deportivas, meto los pies en el agua, está fresca, eso alivia todo el esfuerzo que han hecho mis pies, sin embargo, no me siento tan cansada como para que me duelan, tengo que averiguar muchas cosas, a lo mejor James lo sabe, decido preguntarle, aunque no sé cómo, pero se me adelanta.

-Veamos… ¿recuerdas tu nombre?

-sí, eso sí.

Le cuento lo que he descubierto mientras caminábamos, mis primeras experiencias al tocar el suelo etc.

Parece muy interesando en lo que cuento. Termino de contarle todo, se queda absorto en sus pensamientos.

Un rato después decidimos empezar a caminar de nuevo, llegamos a una pequeña ciudad, no, más bien es un pueblo, no hay muchas tiendas. Enfrente hay una pequeña pastelería con una zona para tomarse un café o un refresco, al ver los pasteles, me empieza a rugir el estómago, ante mi reacción, James decide que entremos.

Pido un zumo de naranja y un pastel de crema, James pide un café y un trozo de tarta de manzana, creo que él es mayor que yo, no estoy segura, yo tengo… ¿14 años? No, tengo 16, sí, son 16, bueno, pues ya sé algo más sobre mí, creo que voy mejorando, ¿se lo cuento? Cuando le conté el resto me contestó sobre algunas dudas que tenía, pero no estoy segura, ¿Cuánto sabe él de mí?

Acabamos lo que habíamos pedido, y salimos de la pastelería, no me fijo y choco con alguien, es un chico, de pelo marrón y ojos grises, que lleva una camiseta desgastada negra y unos vaqueros, no me da tiempo a fijarme mucho, en seguida se disculpa y sigue su camino, al otro lado de la calle está James, esperándome sumido en sus pensamientos, apoyado en la pared, con esa postura parece el típico guaperas, aunque para mi ahora es mi salvador, ahora recuerdo todo, el proyecto trataba sobre la búsqueda de la caja de Pandora a, pero no había dado el resultado que buscaban y me habían dejado olvidada, sí, justo eso, y… ¡claro, James es el hijo de el creador del proyecto!

- ¡Hey! ¡María! Sigues en nuestro mundo o te has ido en tu avión al planeta de las babas- Me está cayendo algo de baba por las comisuras de la boca- por sí no me estabas escuchando, vamos a ir a casa de mi hermana, y más vale que nos demos prisa o acabaremos chamuscados, se acerca la tormenta.

- Wo, wo, wo, espera un segundo, ¿¡Chamuscados!?

- sí, estuve haciendo pruebas con el número 3, que en paz descanse, te aviso, no digas lo de que me parta un rayo, a él lo partió

-¡¡¡Joder!!!! Eso se dice de otra forma, ¿no crees que seas un tanto brusco?

- Bueno, tú sabrás lo que te conviene…- se da la vuelta y se va por la calle, camina pasos gigantesco, ya lleva un largo tramo recorrido.

Comienzo a correr, lo ago. Más rápido de lo normal, enseguida le alcanzo.

- ¡Hey princesa! Veo que ya has llegado, parece que te dieron << súper-velocidad>> princesa

- Deja de llamarme princesa

- Claro princesa

Seguimos andando, yo pegada a su espalda, cuando se para de sopetón y me doy un golpe en la cara, por la inercia me caigo al suelo de culo, y caigo en un charco, estoy que echo humo.

- Relax princesita, estamos en casa de mi hermana, seguro que ella te deja ropa

Su hermana… ¿Cómo se llamaba?... ¡Kat, sí, es Kat! Nos conocemos desde hace años, yo había visto unas deportivas que me encantaban, pero no llevábamos dinero, y se estaban acabando, entonces apareció ella y me las dio, me quedaban bastante grandes, pero ahora me están perfectas… ¡pero sí son las que llevo puestas! Esto es muy triste… no recordarme a mi misma… no tener una casa a la que ir… que te presten la ropa… Pero debo ser positiva, por fin he salido de ese asqueroso laboratorio, esa gente me daba miedo cuando estaba allí, y lo cierto es que no sé qué es lo que esperaban encontrar, yo siempre me he sentido como todos los demás, lo único que quiero es descansar ser libre de todo, poder ir por el mundo sin que nade me pare, desde que soy pequeña todo el mundo dice que soy perfecta, y siempre buscan algo de mí, sí tanto quieren una cosa, ¿Por qué no lo hacen ellos mismos? Siempre intento hacer lo que se espera de mi, pero, ¿Qué es lo que espero yo de mi misma?

Llegamos ante un imponente edificio, es antiguo, de piedra, tiene un montón de preciosos balcones, decorados con motivos florales y alguna que otra imitación de gárgola.

-Es… ¡es precioso!

-¿te gusta? Llevamos años restaurándolo… bienvenida a casa… María.

Bienvenida a casa… casa… hace tiempo que no me decía eso, siento un impulso de agarrarme a James, no sé, cuando estoy con el… mi corazón… late diferente y me entran escalofríos, creo que es porque es la primera persona que veo en mucho tiempo, y que además, según parece, me tiene bastante aprecio, me gustaría poder hacer algo más no soporto que la gente tenga que cuidar de mi, prefiero valerme por mi misma, es reconfortante saber que estás haciendo algo bien, eso es algo genial, no es que importe, pero llena por dentro, y hace sentir bien.

Subimos por las escaleras, son tremendamente empinadas, de caracol, creo que me voy a caer de un momento a otro.

Llegamos arriba, James dice que tiene una sorpresa para mí, no sé que será, a lo mejor es que puedo volver a casa, o que tiene mis cosas, o que puedo volver a ver a mis amigos, hay muchas posibilidades. Decido esperar.

Entramo en una habitación, es interesante, es como un viejo salón de té, con muebles de madera y un enorme sofá tapizado de color rosa. En el centro de la habitación hay una mesa de té, u en la pared que tengo enfrente hay un enorme balcón, que da a la zona vieja, realmente espectacular.

Me invita a un café, pero le hago un gesto negativo con la cabeza, así que me deja sola sentada en el sofá mientras va a llamar a Kat.

Llegan al cabo de un rato, que se me ha hecho eterno, sigo sin saber cuál será la sorpresa… pero creo que muy pronto la descubriré

-María… ¡bienvenida a la academia!

-Buenos días- Me dice Melisa

-¡Bu-buenos días!

Se sienta en la mesa y comienza a comer como una loca, me hace reír, cuando come se llena mucho la boca de comida, y empieza a engullirla mientras se mete más en la boca, al final siempre bebe mientras astica, y yo me río, y ella se ríe, y le empieza a salir lo que bebió por la nariz, son los mejores momentos del día, la mayor parte del tiempo ella está holgazaneando, y a m me toca trabajar, servir a los invitados…

Me cuesta mucho relacionarme con la gente, siempre que la gente me habla, empiezo a ponerme roja ya tartamudear como una boba, y no es que mi aspecto ayude mucho, soy muy delgada, y siempre llevo mi larga melena azul eléctrica suelta, y el flequillo por delante de los ojos, y mi madre siempre me pone vestidos estilo maid, es decir,
de doncella, sirvienta, criada… como se diga, de esas de las películas, con su delantal y su diadema blanca, solo y ya no soy de esa época

-¡Anna! Han llegado invitados, ve a abrirles anda

-¡¡¡sí!!!- llego junto a mi madre y hago una inclinación de cabeza, y voy a abrir.

En la puerta hay un chico, no debe ser mucho mayor que yo, e pregunto sí quiere que le coja la chaqueta, pero niega con la cabeza. En ese momento sale mi madre de la cocina e invita a pasar al recién llegado, parece que se conocen desde hace tiempo, y por lo que se ve, parece que mi madre lo ha llamado para algo relacionado conmigo, por su acento y porque habla en inglés, deduzco que es de fuera, ¿para que habrá venido alguien desde tan lejos?

-¡Anna, ven aquí, por favor!

-¡sí!

Llego al salón, donde ya tienen comida y té, ¿Cómo habrá llegado ahí sí no había nadie cocinando ni nada parecido?

-Bueno, Anna, este es James, viene a ayudarte con tus <<problemas>>, ¿qué tal sí le enseñas lo que haces?

Me quito los guantes y los dejo en la mesa, respiro hondo, extiendo las manos y concentro toda mi energía en ellas… no pasa nada… ¡¿NO PASA NADA?!

James se acerca a mí y me susurra al oído

-No te preocupes por qué no haya pasado nada, he contrarrestado tu habilidad, y podría enseñarte a hacerlo, pero debes venir conmigo, ¿lo harás?- asiento, me siento segura a su lado.-Bien, haz las maletas, ¡nos vamos!

Subo corriendo a mi habitación, veo a mi hermana, está jugando al ordenador.

Le cuento o que ha pasado. Cuando ya casi he acabado de relatarle todo, entra mamá

-¡Hey! ¿Aun no estáis listas? ¡Venga, que perdéis el avión!

No miramos, aguantando la respiración y cuando nuestra madre se va, gritamos a más no poder

-¡Nos vamos de viaje!

-Bueno, cuéntame algo sobre ti.

-Tengo una madre desaparecida, un padre… asesinado, y un hermano… traidor

-¿traidor?

-sí, un día, hace unos cuantos años, vinieron unos hombres, que querían encontrar a mi padre, y… Levan, mi hermano… los llevo hasta su laboratorio, y entonces lo mataron, y mi hermano huyó, porque decían que sabía demasiado.

-¿y no te has parado a pensar que quizá lo tienen atrapado o, que está… muerto?

-No

-¿por qué?

-Porque le he visto, me he chocado con él y no lo he reconocido hasta hace unos minutos, cuando llegamos aquí.

Seguimos hablando de cosas triviales y de lo que la academia puede ofrecerme cuando alguien entra por la puerta… ¡otro James!

Trae consigo a dos chicas, más o menos de mi edad, una tiene la melena azul, y la otra es pelirroja, y tiene los ojos verdes… ¿o no? Los tiene azules… ¡Le cambian de color!

-Hola, yo soy Melisa, y esta de aquí es Anna, mi hermana. Por favor, trátala bien

Se inclinan hacia adelante, lo que me indica que posiblemente sean asiáticas… Mmm, siempre me ha gustado ese… <<sitio>> a lo mejor les pregunto más tarde como se vive allí.

-Encantada de conoceros, yo soy María, aunque prefiero que me llamen… Mery. Y por cierto… ¿cómo es que hay dos James?

-¡Ah, María! ¿No te lo había contado? Tengo varias habilidades, en mi caso, ¿Quién dice que no se puede estar en dos sitios a la vez?

Cada vez me sorprende más, a lo mejor yo también puedo hacer eso, porque según me ha explicado, su academia es una academia de magia.

-¡No es una academia de magia!- Me riñe James

-O.C.-no me gusta que me lean la mente.

Capítulo 1

-Bueno chicas, decidme, ¿Qué es de vuestra vida? Seguro que tenéis algo que contar.

-Hola, yo soy Anna, y vengo de Japón. Vivo con mi madre, mi hermana y mi abuela, porque mi padre está de viaje.

-Yo soy Melisa, y dado que mi hermana ya ha contado todo, no tengo nada que decir.

-Yo soy María, vengo de… vivo en… un chalet adosado en las afueras, sola, mi padre está muerto, mi madre desaparecida, y mi hermano está por la ciudad, pero no nos hablamos.

-¡Muy bien chicas! Yo soy kat, y a partir de ahora seré vuestra compañera para todos los problemas que tengáis. Seguramente tendréis dudas, y no sabréis usar vuestros maravillosos dones. ¿Preguntas?-Entra un joven, parece el típico chulo, el guaperas.

Es alto y robusto, tiene el pelo rubio, recogido en una pequeña coleta, y unos ojos azules… que parece que cuando los miras fijamente, estas al aire libre, es un azul profundo, cómo el cielo.

-Tú eres el típico chulo-playa ¿no?-dice Melisa

-Bueno… jamás podría ser un chulo-playa, por diversas razones; uno, mira mi ropa, ¿acaso parezco un chulo de playa?- lleva un frac blanco, una camisa negra, con un pañuelo blanco, con un broche dorado, y pantalones y zapatos blancos.

>>Segundo, no soy un chulo, y sí lo dices por irrumpir aquí, estas muy equivocada; y tercero, jamás podría ponerme bajo el Sol, no he probado a ver qué me pasa, pero prefiero no probarlo, por si acaso.

¿Ponerse bajo el Sol? ¡¿Acaso es…?!

Salgo corriendo de la habitación, llego hasta la sala en la que nos recibió Kat, y salgo por la puerta. Bajo lo más rápido que me permite la estúpida falda que me han obligado a ponerme.

Llego al portal, y cuando estoy a punto de salir, choco con alguien, por alguna extraña razón, estoy segura de que es James, su aroma… es un aroma delicioso, e inconfundible.

-¡Hola mi pequeña princesa! ¿Y esa cara? Sonríe, anda- Pone una sonrisa extraña. Me hace reír y suelto una pequeña carcajada, desde lo más profundo de mi alma- dime, ¿Qué te ha pasado?

-Pues… yo…- no me salen las palabras

-tranquila, mírame a los ojos, y respira hondo- hago o que me dice, allí dentro me siento protegida. Sus fuertes manos me sujetan los hombros.- Has tenido un problema con Lake, ¿verdad? Cuando mataron a tu padre… ¿uno de ellos era cómo él? Cómo Lake-asiento con la cabeza- bien, pues no debes tener miedo, Lake no te hará daño, no es de los vampiros que beben sangre y eso, el no la necesita, porque es cómo tú y yo, también tiene poderes, que le ayudan a controlarse. Ahora toma un pañuelo, lávate la cara y sube arriba, y discúlpate con Lake, es bastante sensible en cuanto a lo de su…<<problema>>

-o.c. no hay problema- levanto el dedo gordo y esbozo una pequeña sonrisa.

Subo de nuevo, mientras pienso que es lo que voy a decirle, cuando de repente me -choco con alguien, es lake

-¡Ho-hola! Mira… yo… lo siento, muchísimo

-No, no tienes que disculparte por nada, fue culpa mía

-que no, fue culpa mía

-ya he dicho que fue la mía.

Seguimos un rato más, sin darme cuenta, hemos empezado a reírnos a carcajadas

-Bueno, creo que esta discursión está más que acabada, así que… ¿por qué no vienes a mi casa a tomar un café?

-¿Estas intentando invitarme a salir?

-Si aceptas… no será un intento

-bueno… solían decirme que no fuese a casa de extraños, pero aré una excepción por ser tú

Bajamos de nuevo, pero esta vez, en lugar de salir por la puerta principal, pasamos por una secundaria en la que no había reparado hasta ahora. Es el garaje.

Su coche es un Mercedes negro, bastante discreto para lo que es su estilo, o eso me parece a mí

Entro en el coche, en el lado del copiloto, Lake es muy amable, es todo un caballero, nada más llegar junto al coche, me abrió la puerta, y, ¡hasta me puso el cinturón de seguridad!

Pronto Llegamos a su casa, su forma de conducir es bastante rápida.

Su casa es más bien una pequeña mansión, parece ser que vive solo, está emancipado.

-Bien, ya hemos llegado.

Salimos del coche y entramos por la parte de atrás de la casa, tiene piscina y jardín.

El salón es muy espacioso y amplio, con múltiples ventanales. Está decorado a la antigua, con muebles de madera, un par de sillones y un gran número de cuadros.

-Me encanta tu… casa- se ha ido.

-pufffff, esto es muy aburrido, ¿Cómo no han podido encontrar todavía una habitación para nosotras? Estos tíos son muy lentos

-¡Melisa! ¡No hables así, ellos nos están ayudando mucho, estoy harta de que siempre te estés quejando por todo!- he levantado demasiado la voz sin darme cuenta

-A-Anna, me-me estas asustando, ya-ya has hecho que-que vuelva a tartamudear, además, estas empezando a transformarte, y sabes que eso no es bueno, podrías llegar a incendiar el edificio, o por lo menos la sala, y ya sabes que me pone nerviosa verte los ojos

-lo sé, perdona

Comienzo a relajarme poco a poco, y vuelvo a cambiar, mi pelo vuelve a cubrirme la cara

-Ya estoy bien

Seguimos hablando de cosas sin importancia, tendencia, ropa de los famosos del lugar… Llaman a la puerta de la sala en la que estamos

-¿Puedo pasar?- es la voz de James- me temo que tengo malas noticias, no tenemos sitio para vosotras, tendréis que ir a un hotel por el momento

-¿¡Cómo!?- decimos al unísono- eso no puede ser posible….

Llaman a la puerta, es María

-Perdón por molestar, pero he oído la conversación y los gritos y he decidido venir a ver qué pasa, no os preocupéis, podéis quedaros en mi casa, si os parece bien, tengo sitio de sobra

-¿¡E-enserio!? ¡Eso sería genial!

Cojo mis cosas rápidamente y me preparo para salir

-Bien, ¿Cuándo nos vamos?